Yo soy el viento relata la historia de Los Albatros, una célula secreta de jóvenes agentes, formados en las sombras para misiones de alta inteligencia durante la Guerra Fría.
Durante los años 50 y 60 del siglo XX en las agencias de seguridad de varios países se especuló con la casi total seguridad de que, a ambos lados del telón de acero, algunas organizaciones de inteligencia de carácter secreto, “cultivaban” pequeños grupos de acción formados por jóvenes a los que se educaba desde su más tierna juventud para conseguir células compactas de agentes altamente preparados en todos los ámbitos y con conocimientos superiores en varias materias culturales y científicas.
Yo soy el Viento es la historia de una de esas células, Los Albatros, un grupo de seis jóvenes del que nadie sabe nada, perteneciente a una célula de inteligencia operativa que no consta en ningún sitio y que se encuadrada en una organización de alta seguridad, administrativamente inexistente.